La nueva CSRD reduce la carga regulatoria. Descubre cómo adaptar tu estrategia ESG y digitalizar el reporte con ventajas competitivas.
¿Qué cambia con la simplificación del Paquete Ómnibus?
La Comisión Europea ha introducido en 2025 el Omnibus Simplification Package, un conjunto de ajustes normativos que modifican el alcance y la intensidad del reporting bajo la CSRD. El objetivo es claro: reducir la carga administrativa y adecuar los requisitos a la dimensión real de las organizaciones.
Principales modificaciones regulatorias.
- Nuevos umbrales de aplicación: solo las grandes empresas con más de 1.750 empleados y elevado volumen de negocio estarán obligadas a reportar bajo CSRD.
- Reducción de datapoints: menos indicadores obligatorios y supresión de divulgaciones voluntarias para simplificar la estructura de los informes.
- Protección a las pymes: se limita el efecto cascada sobre proveedores más pequeños, reduciendo obligaciones indirectas.
- Prórroga de plazos: se amplían los tiempos de cumplimiento para ciertas empresas, facilitando su adaptación tecnológica y organizativa.
Impacto sobre empresas y cadenas de suministro.
EMPRESAS GRANDES SUJETAS A CSRD.
- Menor complejidad de reporte: reducción del volumen de datos a preparar.
- Ahorro en recursos: menor carga en consultoría, auditoría y gestión interna.
- Estabilidad normativa: mayor claridad y previsibilidad en los criterios de cumplimiento.
PYMES, FILIALES Y PROVEEDORES.
- Posible exclusión del marco obligatorio, lo cual disminuye su exposición regulatoria.
- Mayor relevancia del reporting voluntario, el estándar VSME, para mantener competitividad, acceso a financiación y visibilidad ante stakeholders.
GRUPOS EMPRESARIALES Y CADENAS DE VALOR.
- Fragmentación en la trazabilidad ESG: no todas las entidades dentro de una cadena estarán sujetas al mismo marco.
- Necesidad de colaboración ampliada: las grandes empresas deberán negociar datos ESG con proveedores no obligados.
Riesgos potenciales del nuevo enfoque.
- Retroceso en ambición ESG: reducir requisitos puede comprometer la calidad del informe y el compromiso estratégico.
- Desigualdad competitiva: algunas empresas podrían mantener buenas prácticas voluntarias, mientras otras optan por el mínimo cumplimiento.
- Complejidad de interpretación para el mercado: coexistencia de distintos regímenes podría generar confusión para inversores, clientes y reguladores.
- Desalineación global: las multinacionales enfrentan marcos divergentes fuera de la UE, reduciendo comparabilidad.
Recomendaciones estratégicas para empresas ESG.
- No bajar la guardia: la presión por sostenibilidad no es solo regulatoria, también es reputacional y de negocio.
- Digitalizar procesos ahora: invertir en software ESG para automatizar indicadores, estandarizar datos y mejorar la trazabilidad.
- Aprovechar el margen temporal: optimizar sistemas internos antes de la obligatoriedad plena.
- Construir ventaja competitiva: usar la transparencia ESG como diferenciador ante el mercado.
- Prepararse para el reporting voluntario: anticiparse puede facilitar el acceso a capital, clientes y contratos estratégicos.
Conclusión: una oportunidad de anticipación.
La simplificación de la CSRD marca una inflexión en la normativa europea de sostenibilidad. Menos burocracia no implica menos responsabilidad. Las empresas con visión a largo plazo aprovecharán este entorno para fortalecer sus sistemas ESG, digitalizar el reporte, automatizar indicadores clave y ganar liderazgo sostenible en el mercado europeo.
